Ayer estaba viendo las noticias de televisión y me sorprendió que hablaban de una campaña que, sobre el uso de la imagen de los menores en la red, ha puesto en marcha el defensor del menor junto con Telefónica y Caja Madrid.
Con frecuencia insisto en que mis hijas no publiquen su imagen reconocible ni la de nadie en el Fotolog, en Windows Live o en Facebook, así como cualquier dato que permita su identificación y localización. A pesar de todo no siempre lo consigo, para ellas es algo sin malicia, sin importancia, un juego.
Creo a toda costa que los menores deben protegerse por encima de todo y eso incluye también su imagen. De hecho la imagen de los menores está protegida por ley. Núria recordará la lucha que ambas tuvimos para que no se publicasen las fotos de los alumnos de nuestro centro, sin la previa autorización de los padres, en la página web de la escuela. El tiempo nos dio la razón y, con posterioridad, la Generalitat reguló el uso de la imagen de los menores en internet y ahora, los padres, debemos firmar nuestro consentimiento y estar informados de ello.
Nos enfrentamos a un medio en el que somos totalmente novatos. En poco tiempo la red ha dado un salto espectacular y nos ofrece posibilidades por las que nos dejamos impresionar. Nos comunica con nuestros amigos a kilómetros de distancia y nos hace conocer personas de sitios y condiciones que jamás hubiésemos pensado. Pero, sin duda, toda cara tiene su cruz. Esa cruz puede implicar pérdida de la intimidad, el estar al alcance de cualquier desaprensivo, utilización y difusión de nuestra imagen y supongo que un largo etcétera.
Cuando todo eso se refiere a adultos puede tener más o menos perjuicio, en menores puede llegar a ser escandaloso e incluso peligroso. Hace un tiempo publiqué el decálogo de Madrigal para el uso de internet, nuestros menores deberían estar informados y sobre todo concienciados de los peligros de la red. Nosotros mismos, a veces, publicamos fotos de nuestros menores, con el objetivo de que puedan ser vistas por nuestros amigos y conocidos sin restringirlas al público en general. Ignoramos que, al otro lado, puede haber quien haga un uso indebido de ellas.
Ahí va el video de la campaña
Por cierto, muy recomendable la entrada de Madrigal también a este respecto, curiosa coincidencia. Recomiendo leerla.
Los chavales, en esto de internet, nos llevan años luz.
ResponderEliminarPese a las campañas que hacemos son las mismas jóvenes quienes cuelgan las fotos de sus más recientes enemigas, añadiéndoles el nº de teléfono, publicitándolas de prostitutas.
Es la forma más fácil y rápida de hacer daño.