Doña Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid, no nos sorprende cuando propone que a los liberados sindicales se les reduzca el número de horas de dedicación a la función sindical argumentando que son muchas las horas de trabajo que se pierden.Administrar los recursos económicos o humanos no es fácil porque siempre se dispone de muchos menos de los que se necesita. Un buen gestor es aquel que establece prioridades para la utilización de los recursos. Desde luego Doña Esperanza no es buena, es la mejor en ese sentido.
La Presidenta concibe la acción sindical como una pérdida de fuerza de trabajo. Total, ¿para que sirven los liberados sindicales? ¿Para dar por saco a la patronal?
Como servidora pertenece a esa ingente fuerza de trabajo que es el proletariado y también se considera una buena gestora, al menos de mi casa, me planteo que lo que es del todo inútil es esa Presidenta porque si no hubiese sido porque los sindicatos han dado por saco todo lo que creyeron necesario hoy no disfrutaríamos de algunos de los derechos que, como trabajadores, consideramos básicos.
Esos derechos no venían de serie con nuestra condición de proletario, los ganamos con la lucha sindical.
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