Carroñeros

En Catalunya entró en vigor la tasa de un euro por receta el día 23 de junio. Asimismo esperamos que el 1 de julio el gobierno central nos dé la estocada con el medicamentazo y con la exclusión de 400 medicamentos de la Seguridad Social, medicamentos de los que solemos utilizar con más frecuencia. 

Las tarifas de electricidad subirán, con suerte, un 4%, las de las univesidades se dispararán impidiendo estudiar a los más pobres y dejando la cultura en manos de los de siempre y, cuando ya estamos al borde del colapso, la subida del IVA planea sobre nosotros como ave carroñera a la espera de que expiremos del todo para devorarnos. 

Por supuesto que estoy a favor de que se recorte en tiempo de vacas flacas, yo también lo hago en mi casa, pero no lo estoy de matar moscas a cañonazos.

Esos recortes son pecata minuta para el Estado y el pie que oprime nuestro cuello para terminar de ahogarnos. ¿Por qué el estado no se atreve con los más fuertes? con los que tienen millones y millones en paraisos fiscales, con los que reciben herencias, sucesiones, donaciones millonarias, con los que defraudan impunemente, vamos, con los grandes.

Hasta mi hija que tiene 15 años comentó ayer que con estas medidas no se conseguiría nada, que esto no haría más que frenar el consumo y que crearía más deuda y que eso llevaría otra vez a más recortes y a menos consumo y así sucesivamente.

Mientras mi hija mayor, de 18 años, se dio cuenta de la pérdida de poder adquisitivo que padecemos desde hace unos años y eso que nosotras no dejamos de ser unas afortunadas porque ni tenemos hipoteca, ni deudas y, hoy por hoy, cobro una pensión digna. Eso sí, cada 26 de mes la duda de si cobraré pende sobre mi cabeza como la espada de Damocles