lunes, 19 de octubre de 2009

Yo y mis circunstancias

pastillas Muchos habéis preguntado que qué me pasa, que no escribo. Ando ocupada con el trabajo, la casa, las niñas, Antonio…Además, llevo días de sequía, no tengo muchas cosas que decir. ¿Me estará dejando la medicación un encefalograma plano?

Hoy he empezado un curso de formación. Prevención y afrontamiento del estrés. La primera impresión ha sido muy buena. Después de trabajar el lunes, seis horas de clase, más la media de vigilancia de patio y una de exclusiva no acaba uno como para tirar cohetes. Salgo corriendo a las cinco y, en media hora, he tenido que coger el metro e incluso hacer un trasbordo. Empezamos a las cinco y media hasta las ocho de la tarde. Es decir, doce horas seguidas fuera de mi casa. Pues aún me queda cuerda.

La Lyrica me había destrozado. Al principio la toleré bien pero, en cuanto llegué a la dosis recomendada me pasaba todo el día aturdida, instalada en una especie de perpetúa borrachera. Así que me decidí a dejarla, poco a poco, como conviene hacer con los medicamentos que crean adicción y que afectan al sistema nervioso.

En septiembre volví al Hospital Clínic, la reumatóloga me cambió el tratamiento porque al parecer no habían acertado con mi medicación. Suprimió definitivamente la Lyrica y me prescribió Xeristar que, junto con el Zaldiar, son ahora mi única medicación. Pues bien, soy otra. Lo primero en desaparecer fueron los dolores y poco a poco he ido superando el agotamiento. Debo decir que sigo todas las recomendaciones del psicólogo sobre no forzar la máquina, no hacer más de una cosa simultáneamente y permitirme descansos periódicos. Mi ritmo ha bajado notablemente. No me conozco ni yo misma. Hago mía aquella frase de Fito & Fitipaldis: ojalá me hubiera dado cuenta antes, no siempre lo urgente es lo importante.

Así, priorizo lo imprescindible frente a lo prescindible y, creedme, hay muchísimas cosas de las que podemos prescindir. Hoy mismo me voy a dormir con la cama sin hacer. ¡Quién me ha visto y quién me ve! Doña Perfecta ya no lo es tanto.

En el curso de prevención del estrés hemos reflexionado sobre el concepto de Salud que yo definiría como el equilibrio psíquico-físico. Teniendo en cuenta este concepto que me sacado de la manga, ¿quiere decir esto que ahora tengo salud a pesar de la medicación? Por lo menos tengo más salud que antes, no sufro tanto. Es decir, tengo mejor calidad de vida.

Mi madre está muy preocupada porque cree que esa medicación me creará adicción. Hoy me ha preguntado que cuánto tiempo debo tomarla. Padezco una enfermedad crónica. ¿Siempre?. Ella insiste en que me pueden hacer daño las pastillas y yo en que prefiero calidad a cantidad. Si he de vivir menos pero mejor, bienvenido sea.

Hoy me he dado cuenta de que la idea que uno tiene de la salud depende de la salud que tenga uno. Una perogrullada más pero sólo valoramos la salud en tanto en cuanto somos conscientes de su pérdida.

Es como si la salud fuera una red en la que confluyen aspectos tan variados como el componente genético, el entorno, el concepto que los demás tienen respecto a nosotros, el que tenemos con respecto a nosotros mismos y a los demás. Es decir la configurarían el yo y mis circunstancias. ¿Será por eso que pretendo dejar de ser una agonías?


7 comentarios:

  1. dificil hacer un comntario a tus entradas, pero que sepas que estamos por aqui y te leemos.
    ¿ eso te sirve ?

    ResponderEliminar
  2. Bueno Pedro, cuando uno abre sus entrañas y las expone públicamente a los demás desde luego que sirve que le lean. Gracias por tomaros la molestia de hacerlo.

    ResponderEliminar
  3. me alegro de verte de nuevo... ¿tu eres doña perfecta ? vaya.... pensé que era yo...hace dos meses aproximadamente sufrí digamos... un BAJON desde entonces voy al psicologo y tambien hago terapias de relajación ... y me encuentro muchísimo mejor ...me he convencido de que no soy superwoman. cuidate .

    ResponderEliminar
  4. Hola
    Hace años leí un artículo de Maruja Torres donde hacía un alegato a la mujer persona, por encima de las superwomen. Reivindicaba la mujer guarrindonga, la que si le apetecía no fregar los cacharros y los dejaba en la pica para el día siguiente, la que no colocaba lo que los demás dejaban esparcido por la casa...
    Llevamos un lastre de que debemos de ser amas de casa perfectas además de llevar estupendamente nuestro trabajo remunerado, ¿y nosotras? ¿cuando somos nosotras?
    Así que cuídate, mímate y haz lo que te venga en gana, que es la mejor terapia.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  5. Completamente de acuerdo contigo en que es preferible calidad a cantidad.

    ResponderEliminar
  6. Jo, como me alegra verte tan bien, tan optimista y con tu gran coherencia y lucidez de siempre...
    Como sabes, yo ando tambien muy liada desde hace unos meses, pero siempre es un placer sacar un huequito para seguir leyendo a los amigos. Y más si aquello que escriben tiene tanto interés y sentido común como todo lo que nos planteas en tus post.
    Un abrazo y un beso enormeeee!!

    ResponderEliminar
  7. Bruji, sé que andas muy liada con Charada, solo espero que ese proyecto salga muy bien. Gracias por tus elogios

    ResponderEliminar

Y tú ¿qué opinas?

yo_denuncio