Matar el tiempo

Ya sé que no escribo desde principios de diciembre. Falta de tiempo, no tener nada nuevo que decir….no sé, no sentía la necesidad de hacerlo. Si bien es cierto que ocurren muchas cosas a mi alrededor sobre las que opinar creo que no tenía argumentos nuevos para exponer. Podía haber escrito sobre el retraso en la jubilación y tantos temas que han saltado a la actualidad desde diciembre pero no hubiese aportado nada nuevo así que he optado por callarme. No soy una auténtica bloguera, si lo fuese actualizaría periódicamente. Creo que hay cosas que deben hacerse por placer o necesidad no por obligación y eso lo aplico al blog.

Vuelvo a estar de baja. Globalmente estoy mucho mejor desde que me cambiaron el tratamiento en septiembre. De hecho he aguantado todo el primer trimestre, hacía años que eso no sucedía. Hace quince días que estoy de baja y al inicio de esta semana estuve pletórica y creí que podría incorporarme en breve a mi trabajo, no en vano estaba llena de energía y sin dolores. No he hecho nada que propiciase la recaída. No me he excedido en los esfuerzos, intento descansar….Aún así ayer y hoy han sido días malos, muy malos. Sólo espero recuperarme en breve, no quisiera acabar como el curso pasado.

Así que aquí sigo yo, intentando ocupar mi tiempo realizando actividades que me gusten, que me sirvan para trabajar la atención y la concentración y así pasar los días de la mejor manera. En esa línea me he propuesto escanear las fotos de mis hijas, esas que conservo de cuando las cámaras eran de carrete, son muchas y quisiera hacerlo poco a poco.

Ocupo mi tiempo en los bordados, están a punto de llegar dos bebés a los que quiero obsequiar con algún detalle hecho por mí así que bordo para ellos

Hace un par de días Núria me mandó un correo con unos cuantos enlaces de páginas de labores y manualidades así que me puse manos a la obra, me dio el puntazo e hice lo siguiente, se lo regalaré a mi sobrina Paula.

Debo decir que me lo he pasado en grande y que está hecho con materiales que tengo por casa. Suelo guardar cualquier trozo de tela, cintas, papeles, cajas, etc, etc. Debe ser deformación de maestra. Para quienes no lo saben, las maestras solemos mirar más por el dinero ajeno que por el nuestro y estamos acostumbradas a reutilizar materiales y sacarle todo el partido a las cosas. Guardamos desde los botes de yogurt, las hueveras, las cajas, etc para reutilizarlos en la escuela. Siempre le sacamos partido a todo. Así que yo, desde el día en que decidí comprarme una máquina de coser hago lo mismo en casa. Fijaos en qué hice con unos pantalones viejos que tenía para tirar

Lo primero es una bolsa para las pinzas de la ropa, lo segundo una bolsa para la sombrilla de playa. Antes me hubiesen dicho que soy una roñosa, ahora resulta que estoy de moda porque reutilizo. Deberíamos aprender a sacarle el partido a las cosas antes de desecharlas, este excesivo consumismo no se sostiene y más en época de vacas flacas como la que estamos viviendo.