Una retirada a tiempo es una gran victoria

Siempre acudí a las manifestaciones de la enseñanza en las que creí que debía estar. Hace ya unos años que esto era imposible porque no me encontraba bien, las manifestaciones sobrecargan mucho la espalda y las caderas porque hay que estar mucho rato de pie y caminar muy despacio. Ayer volví de mani, me reencontré con antiguos compañeros y con Paco, compañero y amigo al que aprecio muchísimo. Llegué pronto a la Plaça Universitat, como a las doce y cuarto, hice alguna foto, conversé con compañeros pero mis caderas no soportaron tanta presión a pesar de llevar calzado adecuado y me retiré en el carrer Pelai a la altura del FNAC a las dos menos cuarto. Me perdí el tramo de la mani que más me gusta que es la bajada por la Via Laietana, es ahí, donde la calle hace pendiente donde se ve la verdadera magnitud de la mani. 

Ayer incluso las concertadas hicieron huelga. Lo que se nos viene encima no es moco de pavo. Treinta alumnos en infantil en primaria en un aula con un maestro tiene tela. Para empezar no caben en un aula, para continuar cómo se pueden atender las necesidades de todos y tantas y tantas cosas de las que no somos conscientes y que van a recaer sobre la educación de este país y que no sólo son competencia de los profesionales de la educación o de los padres sino de la sociedad en general. Un país que no cuida su educación está tirando por alto su futuro. Pero claro, a alguien le interesará que sólo accedan a la educación unos cuantos y que los demás seamos borregos a los que llevar contentos al matadero.

Hoy me he levantado más cansada y estoy esperando que las pastillas me reactiven pero creo que supe retirarme a tiempo y para mí esto es un logro porque el saber cuándo retirarme es de lo que más me está costando aprender.

Yo soy la más hermosa, la siguiente Ángela y luego Lluisa, detrás sonriente Dani

Paco con Nuria

Marea Groga